Dungeon Keeper

Bienvenido Guardián!!

Con esta espectacular introducción daba comienzo el juego que marcó para mí el inicio de una lista de juegos míticos que me hicieron disfrutar de la "edad dorada del vicio", y que por avatares del destino pasaron sin hacer mucho ruido. Os hablo de Dungeon Keeper (lo que al cambio sería "Guardián de la Mazmorra"), para mí, la opera prima de Peter Molyneux.

Aún recuerdo la imagen de mi padre regalándome hayá por la navidad del 97 aquella caja completamente negra con la cabeza roja de un extraño demonio con cuernos y nariz de cochino. La primera impresión que tuve, acostumbrado como estaba a jugar al PC Futbol y Fifa 97, fue de desagrado. Nada mas abrir el regalo dije "joder, a ver de qué va esto...". El día siguiente me lo pasé entero jugando los primeros niveles y estudiándome el manual (aquellos manuales en condiciones, de unas ciento y pico páginas...no como ahora :( ) que estaba escrito con todo lujo de detalles y me parecía casi tan bueno como una novela xD. No tardó mucho en convertirse en mi libro de cabecera.

En fín...podría contar muchos buenos momentos que me trajo este 'maldito' juego, pero ahora toca hablar del juego en sí.

Dungeon Keeper nos ponía en la piel de un malvado guardían al mando de una siniestra mazmorra subterránea poblada de dispares criaturas sacadas de la mitología fantástica de aquí y de allá. Nuestro deber era el de construir un complejo de túneles y cámaras que que llamaran la atención del mayor número de bestias posible ( que entraban por portales mágicos atraidas por los lujos de nuestra mazmorra) para así combatir a los molestos héroes de cada región. Para ello contábamos con sumisos duéndes nacidos de la magia que hacían todo el trabajo sucio, desde minar el oro a cavar los túneles o reforzar los muros para que los enanos de la región no nos entraran a la mazmorra y nos destruyesen el corazón (que era el centro de nuestro poder).
Si hubiera una sala de letrinas ellos se encargarían de limpiarlas. Encantadores.

Pero las criaturas no trabajaban para tí por amor al arte, ni mucho menos, cada vez que se agotaba el contador de paga sonaba una voz 'entrañable' que rezaba "ES DIA DE PAGO", y todo tus bichitos con exatitud meridiana dejaban lo que estaban haciendo para ir a la sala del tesoro y robarte los cuartos.

Uno de los aspectos que más destacaban del juego es que el jugador no tenía un control directo de las criaturas sino que cada una se movía a su libre albedrío según sus apetencias. Nosotros nos limitabamos a cogerlas con el cursor en forma de mano y solatarlas en la cámara o corredor que quisiésemos. De esta forma, por ejemplo, si cogíamos un troll y lo soltábamos en un taller comenzaba a trabajar fabricando trampas, o si un gnomo lo soltábamos cerca de una mina de oro éste comenzaba a picarla para llevarla al tesoro. Además nuestros siervos subían de nivel trabajando en la sala de entrenamiento (y para ello los teníamos que soltar en esa cámara) , ganando así nuevas habilidades, poderes, y tamaño con lo que conseguíamos construir un ejército digno de Malevolgia muajajajaja.

La variedad de las criaturas también era un aspecto positivo del juego. Cada tipo tenía su trabajo preferido y un tipo de criatura a la que detestaban, liándose a mamporros si se la cruzaban por los mismos corredores. Era genial ver como tus propios vampiros se enganchaban a hostias nada mas ver a un warlock (también nuestro) y llegar con el cursor y arrearle a cada uno una bofetada para que no siguiesen. El Guardian debía velar por la paz de sus propias criaturas, irónico jaja.

El segador astado, la criatura más poderosa de la mazmorra.

No se, podría contar miles de cosas sobre este juego (podías torturar a los prisioneros, fabricar trampas para los héroes, despedir a tus criaturas, poner puertas en los corredores, meter en la cárcel a prisioneros para convertirlos en esqueletos al morir....etc,etc,etc) , pero me voy a cortar un poco xD. Solo quiero decir que la mecánica del juego consistía en conquistar todos los territorios aniquilando al señor de cada uno. Cuando éste caía, el mapa se tornaba oscuro y desértico y te daba acceso a las zonas colindantes.

Qué más, qué más... Ah, los gráficos. La palabra que se me ocurre cuando pienso en el motor del juego es salvaje. Mirad el año (1997) y pensad: full 3D, cámara de 360 grados; objetos, bichos y demás son sprites, pero conjuntan como no he visto en ningún otro juego; luces y sombras dinámicas, lo cual aporta tres pares de narices a la ambientación, tétrica pero extrañamente acogedora una vez te acostumbras. Impoluto.

La música era sensacional y los sonidos ambientales hacían su trabajo. Sonidos de gotas de agua, pisadas sobre la tierra, o la pierdra, el ruido de los picos de los duendes cavando, los gritos de la cámara de torturas y de nuevo, esa 'entrañable' voz que decía "hay una brecha en tu mazmorra", "¡¡Están atacando a tus criaturas!!. Simplemente perfecto.


Después vino Dungeon Keeper 2 con sus mejoras a nivel gráfico. Añadió varias criaturas y quitó otras tantas. Pero la verdadera esencia de lo que era Dungeon Keeper la mantenía el primer título. Yo, cómo no, me lo compré para venderlo unos años después. Ahora me arrepiento, maldito sea por miles de años xD.

La tercera entrega quedó en el tintero de Bullfrog muy a mi pesar, y los muy cabrones me dejaron los dientes largos con el video que incluían en Dungeon Keeper 2 anunciando el 3 con un "COMING SOON" como la copa de un pino. Dungeon Keeper 3, War for the Overworld iba a introducir luchas en la superficie. Sin embargo Bullfrog decidió, a petición de Ernest W. Adams, paralizar indefinidamente el desarrollo del juego. Cosas del sector.

Solo puedo recomendar este juego hayá donde se encuentre....

Saludos cordiales, hijos del mal.

PD: Listado de criaturas, cámaras y hechizos a nuestra disposición.